Un fondo de Emergencia es, en principio, un “seguro” que se crea con el propósito de proteger nuestras finanzas personales o empresariales de imprevistos en los días lluviosos. Dicho fondo nace de un ahorro o reserva de dinero que no tiene destino específico, pero si una forma puntual para usarlo: cubrir aquellos gastos que no están planeados y que se deben atender de manera urgente en el tiempo.
¿Por qué tener un fondo de emergencia?
Hay momentos en tu vida en los que todo te va bien, y tanto lo personal como lo profesional acompaña. Pero lo cierto es que hay aspectos, momentos y circunstancias que se escapan a nuestro control, y que acaban rompiendo con este bienestar. Pierdes tu principal cliente, un nuevo impuesto, un nuevo material que comprar… disponer de un fondo de emergencia puede hacer que este tipo de situaciones imprevistas -pero comunes- no se conviertan en un gran problema.
Además de eso, ayuda a evitar endeudarse demasiado, ya que si se utiliza en un momento de necesidad, la empresa no se verá obligada a pedir un préstamo para poder sufragar deudas.
También evitará que se vendan acciones de la empresas en malos momentos del entorno económico en general, ganando tiempo para que el mercado suba y se puedan vender la mismas a mejor precio.
¿Cómo calcular un fondo de emergencia?
Construir un fondo de emergencia requiere de una cuota alta de compromiso y constancia. El primer ejercicio es definir el tamaño de esta reserva, el cual será proporcional al tamaño de sus riesgos y el impacto que estos tengan en sus finanzas. Por esa razón es importante identificar cuáles son esos posibles riesgos de la empresa y, en paralelo, contar con un buen presupuesto de ingresos y gastos. El resultado del tamaño de su fondo, se calculará restando los gastos a los ingresos mensuales.
Respecto a la cuantía a disponer en dicho fondo, los expertos recomiendan acumular el dinero equivalente a entre tres y seis meses de gastos normales, es decir, lo suficiente como para pagar todos los gastos durante ese periodo de tiempo. Ten en cuenta que dicho periodo puede variar según tus circunstancias personales, por lo tanto, si tienes personal a tu cargo deberías sumar tres meses de gastos cubiertos por cada miembro del equipo que dependa de ti.
Conclusiones
Recuerda que la creación de un fondo toma tiempo y que los buenos hábitos lo ayudarán a tener mejor control y perseverancia. El principal enemigo del ahorro somos nosotros mismos, por lo tanto es importante contar con mecanismos que protejan nuestros ahorros de los malos manejos, las tentaciones y de los gastos que en realidad no son urgentes.
Puesto que usar el dinero que tienes en tu cuenta corriente puede resultar muy tentador, abre una cuenta de ahorro y establece una cantidad fija mensual que destinarás a dicho fin. De esta manera tendrás por separado los fondos para emergencias, y aquellos destinados a viajes, ocio, etc.
Disciplina, constancia y preparación son las cualidades específicas que se necesitan para llevar esta pesada tarea y que sea exitosa en lo posible.
Recuerda que para establecer un fondo de emergencia debes:
- Calcula cuántos meses de gastos puedes cubrir con tu fondo.
- Destina un porcentaje fijo de tus ingresos mensuales al fondo.
- Mantén el fondo en una cuenta separada y de fácil acceso.
- Utiliza el fondo solo para situaciones verdaderamente urgentes.
- Reabastece el fondo después de cada retiro para mantenerlo robusto.